Gokudera Hayato Ciudadano
Empleo : Ladrón Humor : Te recomiendo mantener la distancia Localización : En la más profunda oscuridad Mensajes : 56 Fecha de inscripción : 26/11/2011
| Tema: ~~Hayato~~ Dom Nov 27, 2011 9:39 pm | |
| Bufó con algo de fastidio al tener que encontrarse en un lugar como aquel, pero le habían dicho era algo necesario y que simplemente no podía evitar sin importar quien fuese, pero como no le apetecía ver a absolutamente nadie en su camino hasta aquel sitio, atravesó el enorme ventanal situado en lo alto, quebrando el hermoso cristal de colores oscuros y esparciendo los pedazos de los mismos por todo el lugar, el tiempo pareció detenerse por un breve momento mientras la luz de la luna iluminaba tenuemente lo que antes era casi oscuridad total, dejando ver con más claridad a la persona que había irrumpido de aquella manera, y que lucía unas enormes alas negras, que al ser agitadas por su dueño terminaron por esparcir el resto de los cristales que finalmente cayeron al suelo. Una lluvia de plumas negras se esparció con la misma rapidez que los vidrios rotos, mientras las alas desaparecían poco a poco como si hubiesen sido consumidas desde la punta hasta la raíz. Los ojos verdes se fijaron en la persona que ahí se encontraba, sentada en una lujosa y amplia silla negra con decorados en dorado, pero para su desgracia y a pesar del brillo de luna que entraba por la ventana no podía ver el rostro ajeno debido a la capucha que le cubría, solo un brillo plateado era percibido por sus ojos y algunos mechones de negro cabello que caían rebeldes por aquel rostro oculto. Sin dejar de observarle por un solo segundo, tomó asiento en la silla frente a aquella persona, y esperó a que el mencionado hiciera o dijera algo. Las palabras que brotaban de los labios de aquel sujeto hicieron que su expresión se fuese tornando molesta, por qué iba a dejar que un completo extraño le dijera todas aquellas cosas y que encima le exigiera que contestase a sus preguntas con ese autoritario tono de voz? -Gokudera Hayato-dijo después de que el molesto silencio se formara, y no por qué realmente hubiera querido darle su nombre a aquel hombre, sino porque ese silencio era aún más desesperante que el hecho de tener que contestar a las preguntas. -Si es que no estás ciego te habrás dado cuenta que soy un ángel-pronunció ya despreocupadamente –uno negro-agregó con una sonrisa ladina y acomodándose mejor en la silla que ocupaba, prácticamente de lado y subiendo sus pies a uno de los brazos de la silla y apoyar sus codos en el otro brazo de aquel objeto, ya sin prestar la más mínima atención a quien le hablaba, o al menos eso era lo que parecía, porque en realidad ponía bastante atención a sus palabras. -Para ser un ángel soy bastante joven, pues a penas tengo 70 años, y las personas pueden ver muchas cosas en mí, para ellos a veces luzco de 17, a veces de 22, la apariencia no es realmente algo importante para seres como nosotros pero si te interesa, soy lo que ves, 1.75cm de estatura, 58Kg de peso, qué más… -hizo un gesto de meditación, pensando que realmente era algo tonto describirse a sí mismo, algo que no solía hacer muy a menudo -oh si, cabello plateado, ligeramente largo, piel blanca, ojos verdes y tengo un tatuaje en la espalda-por simple diversión desabrochó la camisa negra que llevaba y la deslizó por sobre sus hombros, dejando que resbalara por los mismos hasta dejar al descubierto su espalda, obviamente para ese momento ya se había incorporado y dado la vuelta para que el otro pudiera ver, pero en aquella espalda no había absolutamente nada, ni una gota de tinta manchaba su impecable piel, ni una marca, nada.. - anexo de la descripción física:
†Descripción física†: su piel es baste pálida, de complexión delgada y cuerpo muy ligeramente trabajado, ya que no luce ni musculoso ni fuerte. Le gusta vestir de manera formal pero no del todo, es decir, suele usar elegantes trajes en negro, pero siempre tiene un toque rebelde característico, como puede ser la camisa desfajada, el saco abierto, sin corbata, la camisa ligeramente abierta, y algunos otros detalles. Cuando lee utiliza unas gafas que le sientan bastante bien.
Rió burlonamente al saber de antemano que el otro no podría ver nada y volvió a colocarse lentamente la camisa -olvidé decir que ese tatuaje solo se muestra en ciertas ocasiones, regularmente cuando no tengo control total de mis emociones el dragón negro aparece, pero como imaginarás eso no ocurre seguido-regresó a su asiento y prosiguió con la descripción que le faltaba. -Psicológicamente soy…-empezar con aquello fue más difícil de lo que pensaba - quizá podría decirse que algo rebelde, no sigo más reglas que las mías, amo mi libertad y mi soledad, considero que soy lo suficientemente capaz de hacer lo que me proponga, de superar cualquier reto y a cualquier persona también, por el simple hecho de que soy fuerte e inteligente-sonrió arrogantemente y continuó -no me gustan mucho quienes son mayores que yo, ni en edad ni en estatura-hizo un gesto de disgusto y se cruzó de brazos, acomodándose ahora sí como era correcto en la silla -ni tampoco suelo ser muy tolerante con los demás, podría decirse que mi carácter puede llegar a ser algo explosivo… resumiendo, arrogante, orgulloso, rebelde, impulsivo y algo inseguro…ejem, en fin no importa, porque no siempre soy así, la experiencia me ha enseñado muchas cosas y podría decirse que es como una especie de extraña doble personalidad, que aunque no dista demasiado de la primera, es más calmada y analítica, manipuladora y hasta cierto punto-sus mejillas se colorearon de un leve tono carmín que disimulo girando el rostro hacia otra parte - seductora-añadió rápidamente y cambió el tema con igual velocidad. - anexo a la descripción psicológica:
†Descripción Psicológica†: A pesar de su imagen y actitud rebelde, Hayato posee una gran inteligencia, aprende con facilidad y rapidez, aplica sus conocimientos para resolver problemas en situaciones difíciles, sin embargo, es también muy impulsivo, agresivo y de carácter explosivo, muestra una expresión malhumorada la mayoría del tiempo, más que nada para evitar a la gente y las molestias que estas puedan causarle, además de ser una defensa y señal de que siempre está alerta (proveniente de su experiencia en el bajo mundo), cuando se enoja actúa sin pensar y puede cometer mucho errores que más de una vez le han puesto en problemas serios. En cuanto a asuntos románticos es totalmente indiferente la mayoría de las veces, causándole fastidio que le hablen de todas esas cosas, pero no es de piedra, y si llega a sentir algo especial por alguien, lo negará hasta cansarse o convencerse a sí mismo de lo contrario. Como todo el mundo, tiene un lado débil, uno en el que su mente y corazón son bastante frágiles, así como también un lado bueno en el que gusta de ayudar a los demás, pero sabe ocultar ambos lados perfectamente bien. -No tengo un empleo o puesto en especifico, pero con frecuencia me dedico a robar algunos objetos valiosos, dependiendo se que tanto paguen por ello o que tan difíciles sean de robar- dijo como si esa especie de “empleo” le resultara divertido -y también me paso con regularidad por alguna clase que me sea de interés, después de todo mi pasión es la música…-la última palabra salió de sus labios de manera casi inaudible y con algo de nostalgia en su tono de voz- quiero decir! La lectura!-corrigió a prisa después de aclararse la garganta - adoro leer y eso es todo!-concluyó con un leve puchero, pero poniéndose totalmente serio cuando la siguiente pregunta llegó hasta él, la palabra “familia” resonó en su mente causándole una especie de angustia que luchó por no demostrar. -Vivo por mí y para mí, no tengo a nadie, nada de familia-después de eso, un pequeño silencio se formó, pero él no pensaba agregar nada más al respecto, sin embargo para cuando escuchó la nueva pregunta, su mano fue a impactar contra su frente mientras negaba con la cabeza, no podía creer que se le hicieran semejantes preguntas, como si en verdad alguien como él se atreviese a decir algo como “soy uke” ja si como no! Pero si lo pensaba detenidamente, no sabía realmente que era… no tenía demasiada experiencia en temas como esos, pero era lógico que ser seme sonara mejor que ser uke no? Bah, debía dar igual lo que fuera, no era algo que a alguien llegara a importarle. -Soy sssse…-intentó decir aquella palabra pero simplemente no pudo, como si no pudiera decir mentiras precisamente en ese momento, qué a caso el mundo lo odiaba? -auch! –exclamó de pronto al morderse la lengua - qué tal suke? –preguntó al aire como si alguien fuese a responderle para darle su aprobación, y aun quejándose de su adolorida lengua decidió dar por finalizada aquella entrevista, la más extraña de su vida. Tomó un papel en blanco sobre el cual pasó una pequeña llama de un rojo escarlata y varias letras aparecieron en el mismo, apagó la llama y se puso de pié para entregarle dicho papel que llevaba escrito lo que le solicitaban en la última pregunta, algo que no tenía mucho ánimo de contar, y sin más saltó por aquella ventana, sintiendo el viento contra su rostro mientras caía desde tan alto, únicamente abriendo las alas hasta que estuvo a escasos dos metros del suelo, miró con una sonrisa hacia la ventana rota y desapareció e medio de la noche. - Historia:
†Historia†: El Dios del Cielo entonces creó a los ángeles para que guiasen a los humanos por el camino correcto. El correcto para no ponerse por encima de los dioses, claro, prometiéndoles ayuda y protección si seguían lo que ellos llamaban “el buen camino”.
El Dios del Inframundo por su parte no estuvo de acuerdo, por lo que creó a los demonios para que tentasen y corrompiesen a los humanos… y a algunos ángeles, naciendo de aquella manera los ángeles negros, seres originalmente celestiales que acabaron por revelarse ante su creador. (Fragmento tomado de: https://mistery-yaoi-land.foroactivo.mx/t183-el-cuento-del-fenix)
Fue criado por su padre en una familia que aparentaba ser “perfecta”, pero su progenitor era bastante duro con él, y aunque le daba materialmente todo lo que necesitara, era como si estuviera solo en aquel enorme lugar, hasta que una joven y hermosa pianista vino a darle clases particulares, ella era sumamente talentosa y bastante famosa, pero a él le agradaba demasiado debido a esa especie de aura tan radiante, cariñosa y amable que la rodeaba, aprendió de ella a tocar el piano, descubriendo el gran talento que tenía para ello y su gusto por la música, sin embargo un día aquella joven dejó de ir a darle clases, lo cual le causó una pequeña depresión que aumentó seriamente cuando se enteró de que aquella mujer era su madre, y que además había muerto en un “accidente”, del que después se rumoreaba que había sido suicidio, debido a que su madre estaba enferma de gravedad y tenía poco tiempo de vida. Pero lo cierto era que aquel incidente era mucho más de lo que se veía, y él se encargó de averiguar la verdad sin importar lo que costara.
Una tarde, sin que nadie lo viera se escabulló al despacho de su padre y hurgó un poco entre los cajones, topándose con un libro que llamó su atención, pero al abrirlo se dio cuenta de que aquel no era un libro, sino un diario, escrito con la letra de su padre, y en la portada interior se podía apreciar la foto de una hermosa mujer, la misma que despertara en él el gusto por la música, la misma que le diera la vida…, la misma que le había causado una alegría y tristeza inmensa por igual, pero algo era diferente en esa foto, unas hermosas alas blancas adornaba la espalda de la mujer, que ciertamente tenía un aire irreal y fantástico que lo dejó sorprendido, aquellas extensiones emplumadas no parecían falsas y muy en su interior sabía que no lo eran. Sin perder tiempo leyó el diario, y ahí fue donde se enteró de todo, del hecho de que, por más ilógico que sonara, su madre era un ángel, un ángel que se enamoró de un simple humano que no supo valorarla, que la alejó de su lado y de su propio hijo cuando se casó con otra mujer solo por cuestiones de negocios.
Jamás le perdonó a su padre que no le hubiera confesado la verdad, y mucho menos que hubiera tratado a su madre de la forma en la que lo hizo. Aquello sobre su madre se mantuvo en secreto debido a que los hijos ilegítimos no eran tolerados, y la señora que fingía ser su madre estuvo de acuerdo, también por los supuestos negocios, a pesar de que nunca le diera una pizca de cariño o afecto.
A partir de entonces y fue formando ese carácter hostil para con todos, y aunque dejó su hogar nadie quería aceptarlo debido a que poseía muchos de los rasgos de su madre, rasgos que en ese lugar eran poco comunes, y no solo eso, sino que había notado que algo cambiaba en su interior cuando recién cumplió los 15 años, pasó por un periodo difícil en el que enfermó a aparentemente de gravedad, cada día estaba más pálido, más delgado, sus ojos que para ese momento eran grises brillaban con un extraño color verde, su espalda dolía horrores y se había quedado sin voz, tan desesperado estaba con respecto a su condición que pidió ayuda a un doctor que había trabajado para su familia, y dado que el doctor conocía la historia real sobre su madre, dedujo instantáneamente su condición y también la manera de ayudarlo.
Se le dijo que el suyo no era un caso común, puesto que era el producto de la mezcla de dos razas, un hibrido de humano y ángel, y que era por eso que no había presentado ninguna de las habilidades o signos de la raza de su madre y había vivido como humano hasta que cumplió los 15, pero lo que definitivamente no era normal era el tipo de transformación que estaba teniendo, porque el nacimiento de un ángel era algo hermoso que ver y que por su puesto no causaba ningún dolor, y en cambió lo que el vivió fue en extremo doloroso y para nada hermoso, seguramente porque su corazón ya se había contaminado y corrompido con el odio, los sentimientos de venganza, la soledad y la infinita tristeza que envolvía su alma… **************************************************************** Nombre real del personaje: Gokuera Hayato Anime, manga, videojuego al que pertenece: Katekyo Hitman Reborn “Nuestro encuentro no fue solo una coincidencia, es algo llamado destino. Sólo yo entiendo tu dolor, tu tristeza, tu inseguridad y también tu soledad… lo diré las veces que quieras… ” | |
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