Sai - Informe confidencial nº4

La oscura y fría sala está vacía, o casi. Solo hay una persona encapuchada vestida de oscuro en la estancia, sentada en una ostentosa silla, frente a una que está completamente vacía. Corrección, no está vacía, hay un documento en su asiento. Si sus penetrantes ojos plateados fijan su vista en el documento, probablemente su sonrisa crezca, puesto que sabrá quien ha podido enviarle algo como aquello. Dicen que él lo sabe todo y, probablemente, sea cierto, el encapuchado sabe que no hay secretos para el remitente de aquel documento. Así pues, esto será lo que leerá:



Nombre: Sai, es el nombre que se le ha asignado antes de venir al reino, en realidad dice no tener nombre ni apellido alguno

Apellido: No se le ha asignado ninguno, por tanto, no tiene

Edad: Dice tener 16 años, pero probablemente ha visto las primeras disputas entre dioses hace milenios

Raza: Ángel

Preferencia: Suke


Perfil Físico: Mide 1,72 y su complexión es delgada pero sutilmente marcada, de piel blanca, cabello muy corto y negro cuyo flequillo enmarca su rostro hasta pasar un poco de las orejas, inexpresivos ojos almendrados del mismo color que su cabello, boca pequeña en la que generalmente tiene siempre una sonrisa y poseedor de unos labios delineados y perfectos, por lo que este rasgo unido a la suavidad de los rasgos de su rostro lo hacen ver algo afeminado aunque sus ademanes no lo sean en absoluto, se mueve o poco o demasiado rápido cuando está en combate. Está bastante fuerte y ágil, pero su fuerte especialmente son el ninjutsu y el genjustu, por lo que tiene un control y dominio increíbles de su propia energía vital o shakra, además de la de su propio cuerpo. Es complicado por no decir casi imposible el hecho de que se le escapen gestos o expresiones corporales que delaten su interior, de hecho, le cuesta el desprenderse de la costumbre de no controlarlas. Por eso, toda expresión física que muestra al exterior es la que quiere que los demás vean, no gesticula, habla ni expresa de más nunca, dice lo que tenga que decir y como lo tenga que decir, aunque a veces use algunas formas peculiares para expresarse cuando quiere “socializar”. Nunca alza la voz, oírle gritar es prácticamente algo legendario o imaginario.

No obstante, su gran habilidad y talento está en sus manos, tiene una habilidad prodigiosa para dibujar y puede llegar a hacerlo a un ritmo endiablado y casi en cualquier postura que tome su cuerpo, por estrambótica que sea, así como ingeniárselas para hacerlo sobre cualquier superficie con todo material que se lo permita.

Su forma de vestir es algo ambigua, generalmente ropa ajustada de colores apagados y oscuros, especialmente a la hora de llevar a cabo misiones. Suele mostrar el vientre porque sabe que es una buena distracción al ser una de las partes más bonitas de su anatomía, al igual que sus labios. No suele usar guantes porque le dificultan el dibujar, pero usa mitones (guantes sin dedos) para evitar el enfriamiento de sus manos y, a la vez, facilitar sus tareas manuales. Igualmente son típicas en su vestimenta las sandalias características de Konohagure y cuando viste de forma más informal sigue optando por tonos negros, grises y oscuros que pasan desapercibidos, sin adornos pero sí con bastantes bolsillos, pues son tan útiles como la mayoría de bolsas y compartimentos que lleva en su ropa ninja. Siempre lleva algún arma encima, aunque sea su pincel.

Como ángel que es, posee un par de inmensas alas blancas, las cuales es bastante difícil verle mostrar nunca, generalmente solo en casos muy extremos las usará o en combate. Los poderes oscuros y las sombras de la noche no le hacen el mismo daño que pudieran hacerle a otros de sus semejantes por el duro e intenso entrenamiento que ha recibido desde el mismo instante de abrir los ojos, es muy resistente a ellos y toma más fuerza de la luz de la luna que de la del sol. Sus poderes son más destructivos que curativos, pero es incapaz de dañar a seres sin maldad y no puede curarse a sí mismo, pero sí a los demás. Es sensible a energías tanto positivas como negativas, ya sean procedentes de seres vivos o no, y algunas de ellas puede distinguirlas mejor que otras, dependiendo de la intensidad o lo familiares que le sean.

Tiene un sello en la lengua que le impide revelar las verdaderas intenciones de sus misiones y no posee el característico tatuaje que llevan los miembros de ANBU en uno de sus brazos, pues él pertenece a un grupo concreto que no lo lleva para evitar delatar con él tanto su aldea ninja como su rango, aunque igualmente suele llevar el protector de Konohagure atado a la frente en la mayoría de sus misiones.





Perfil Psicológico: Tranquilo, inmutable y peculiar, así es como Sai suele ser visto por los demás. Es muy inexpresivo, no solo físicamente, también psicológicamente, no muestra sentimientos ni emociones, de hecho, no tiene reparos en admitirlo porque le parece la cosa más normal del mundo. Sonríe por pura conveniencia, no porque sienta deseos de hacerlo emocionalmente, igual que tampoco llora o ríe si no es de forma magistralmente fingida. Es una persona callada, pero cuando habla, no pasa desapercibido. No tiene pelos en la lengua, dice lo que tenga que decir a quien tenga que decírselo, aunque no suela escoger el tono o las palabras adecuadas, no al menos cuando intenta acercarse a alguien de forma “normal”, fuera de su misión. Se puede decir que a causa de ello es capaz de causar muchos malentendidos y de verse como un depravado o un descarado, comprender a las personas es algo sumamente difícil pero fascinante para él, pues se puede decir que no es nada empático.

Es sumamente leal, sumiso, obediente y eficaz, por lo que siempre pondrá por encima de todo la misión que se le ha encomendado en todo momento antes que sus compañeros en la misma, del mismo modo que él mismo se pondrá en riesgo sin dudar si con ello se consigue el objetivo que se le ha marcado. Es el perfecto kamikaze para sus líderes, tanto en el mundo como en los Cielos, pero es demasiado hábil y útil como para ser eliminado o reemplazado fácilmente. No tiene remordimientos ni empatía por carecer de sentimientos, por lo que puede cometer actos realmente crueles y fríos sin borrar su sonrisa o simplemente sin pensar en nada más que en lo que debe hacer, pues eso es lo que motiva a Sai a actuar en la vida: Obedecer al Dios del Cielo.

Incluso si ha de traicionar a su líder en el mundo de los humanos, lo hará, ya que fue creado para servir y se encarga de cumplir ese cometido a rajatabla sin cuestionarse si ha de hacerlo o no. Es un arma de Dios, se le ha adiestrado para tener sus objetivos como los propios, por lo que se le ha erradicado todo rastro de personalidad propia. No tiene nombre, no tiene gustos, ni disgustos, ni sentimientos, ni deseos, ni sueños, ni pudores, ni miedos ni nada al respecto que le hagan ser único. Solo es lo que se le dice que debe ser.

No obstante, lo que siempre ha sido imposible erradicarle es su amor por el dibujo, un arma de doble filo al ser el arte precisamente un reflejo del alma del artista, por lo que ha sido adiestrado para usar su habilidad artística como recurso en combate. Pero dibujar no es solo mover las manos de forma hábil y hacer tomar formas, por lo que Sai es muy observador y analítico, se fija mucho en los detalles y realmente es una persona que si bien no tiene una inteligencia que se sale de los límites normales, sí piensa rápido y de forma creativa e imaginativa, puede acabar por provocar situaciones que puedan llegar a antojarse subrealistas, lo cual probablemente le convierten en una persona muy peculiar que puede llegar a ser tremendamente atrayente o terriblemente repulsiva.

Es muy literal, no pilla los dobles sentidos ni tampoco el humor, nada relacionado con emociones ajenas si no las analiza mediante todos los factores que las demuestren, incluso cuando siente las energía ha de analizarlas internamente porque no las comprende, nunca las ha tenido. Y es por eso que siente una gran curiosidad e interés en ellas, le fascinan en cierto modo los seres que poseen la capacidad de sentir emociones y le agrada en cierto modo el informarse y observar e interactuar con ese tipo de seres. Es una persona curiosa y felina, quizás por eso le agraden los gatos y demás miembros de esa especie, pues aunque no se le pueda considerar perezoso, se podría decir que no es el colmo de la hiperactividad. Solitario por naturaleza, gusta en realidad de socializar, o al menos de intentarlo cuando no debe dar prioridad a sus misiones. Pero quizás lo que más le fascine sean los seres que sienten y, curiosamente, escondan sus sentimientos.

La amistad, el amor y Sai no son compatibles en absoluto, no es capaz de poner a nadie por encima del Dios del Cielo, menos aún con la imposibilidad de sentir nada. Del mismo modo, su sexualidad solo sirve como herramienta para conseguir propósitos impuestos para su Villa y su Dios, su cuerpo es un simple arma, por lo que sentir placer por el puro divertimento no entra en sus pensamientos, es algo que simplemente ha de hacer cuando es necesario y según el propósito que deba conseguir, actuará de un modo u otro, dejándose llevar más o menos por las sensaciones físicas que obviamente su cuerpo percibe. Que su alma no sienta nada no quiere decir que su cuerpo tampoco lo haga…

Pero a Sai aún le queda mucho por ver y aprender en este mundo, pues apenas lleva tiempo en él y hay cosas que no ha visto ni entiende siquiera lo que son o como funcionan, por lo que en más de una ocasión tendrá reacciones curiosas hacia ciertas reacciones, objetos, personas, etc. Así que sus mayores objetivos actualmente son seguir la misión impuesta por el Dios del Cielo, continuar trabajando para Konohagure y descubrir todo lo que pueda de las cosas y seres interesantes que pueblan el mundo que es todavía tan desconocido para él.



Puesto en la sociedad: Estudiante

Empleo: Ninja perteneciente a un grupo especial de ANBU, la élite de asesinos de Konohagure y parte del cuerpo secreto militar de los Cielos, aunque esto último es parte oculta de su misión, simplemente se hace pasar por un estudiante fiel al ANBU de la Hoja

Familiares vivos: Ninguno, nació de manos del Dios del Cielo


Historia: No se sabe demasiado sobre él realmente, al no tener nombre ni personalidad definida es complicado seguirle la pista más allá de su físico, el cual también es difícil de seguir ante su forma de proceder como ninja y guerrero de élite que es. No obstante, se dice que antaño, cuando comenzaron las disputas entre el Dios del Cielo y el Dios del Inframundo y aparecieron los primeros ángeles y demonios por ello, la corrupción de muchos de los primeros, los cuales dieron origen a los ángeles negros, hizo que las huestes celestiales se planteasen una nueva forma de contraatacar a su enemigo. La pureza, la luz, la inocencia, la bondad… no podían permitirse seres débiles y bienintencionado que ponían la otra mejilla ante el enemigo y empatizaban tanto con él como para dejarse engañar y ser corrompidos. Tenían que crear ángeles guerreros, capaces de combatir por la noble causa de su Dios sin ser llevados a la perdición. Necesitaban nacer los ángeles sin sentimientos.

Así pues, el Dios del Cielo se encargó de crear nuevos ángeles, fieles a su creador y sin ápice de emoción alguna, por lo que se los adiestró sin problema alguno a hacer verdaderas atrocidades sin remordimientos ni dudas. Ninguno recibió nombre, a todos se les erradicó su personalidad y todo atisbo de ser diferente al resto más allá de su aspecto físico. Aquellos a los que costaba erradicarle un hábito que lo distinguiera del resto, se lo eliminaba sin contemplaciones o se le enseñaba a usarlo en beneficio de su creador por la noble causa de salvar el alma de los humanos, antes de que los demonios los hicieran caer en lo que ellos consideraban pecado.

Sai probablemente fue parte de estos ángeles de nueva creación, recibiendo un duro adiestramiento nada más abrir los ojos en los Cielos. Se le hizo participar en algunos enfrentamientos y misiones puntuales, pero a pesar de su eficacia, se temió que su gran habilidad artística que ahora era un buen arma al servicio de Dios despertase sentimientos innecesarios y perdiesen un buen soldado, por lo que se le tuvo sumido en un profundo sueño durante siglos, despertándolo únicamente para misiones y eventos puntuales relacionados siempre con enfrentamientos entre ángeles y demonios.

No obstante, hace unos años, entre 16 y 20 aproximadamente, se le envió al mundo de los humanos con una misión de alto secreto, hasta tal punto de haber sido sellado su cometido a través de un sello en su lengua. Se estableció pues en una aldea ninja, Konohagure concretamente, y tanto sus habilidades como su fidelidad a la Hoja le valió la confianza del Hokage para poder ser ninja, dedicándose a cumplir misiones para la Aldea hasta que se le consideró apto para pertenecer al cuerpo de élite de la Villa, el ANBU, más concretamente a una de las secciones más secretas y ocultas de la misma organización.

Actualmente se le ha enviado a Nakire Aki como estudiante en la academia, a pesar de que sigue llevando a cabo algunas misiones para Konohagure y sigue teniendo contacto con ANBU. Pero es mejor no confiarse, pues parece que el ahora nombrado como “Sai” está siguiendo los planes de su creador a rajatabla, ya que algo me dice que el entrar en esa organización de élite de la Hoja y el ser transferido al reino de Nakire Aki sin más no era otra cosa que lo que pretendía en un principio desde que pisó este mundo. Así que habrá que vigilar sus pasos cuidadosamente, ya que probablemente el objetivo de su verdadera misión esté en Nakire Aki o, peor aún… viniendo hacia este reino también…



Otros datos:

● Gusta del dibujo, la caligrafía, la lectura, la observación, el tofu, los gatos y otros felinos.

● Pocas son las cosas que le disgustan por el adiestramiento que ha recibido, que le ha quitado todo remilgo que pudiese tener, pero se podría decir que no le agrada estar mucho tiempo sin poder dibujar de alguna manera y las personas que tienen algún tipo de “desequilibrio artístico", es decir, que sus rasgos físicos y psicológicos no estén acordes a las teorías artísticas del color y la composición.

● Ve y clasifica a las personas con ojos y mentalidad de artista, es decir, basándose en las teorías del arte, considerándose por ello a sí mismo como una armonía monocromática de complementarios perfecta, por eso se viste de tonos negros y grises.

● Le atraen poderosamente de forma inconsciente las personas cuyo físico y psicología forman algún tipo de armonía o complementación artística perfectas, cuanto más original es la “composición” de una persona, más le gusta.

● Dibuja habitualmente lo que sueña para no olvidarlo y poder interpretarlo luego, de hecho, ha llegado a hacer dibujos de sus sueños durante el tiempo que le tuvieron dormido en los Cielos, incluso dibuja a veces cosas que parecen recuerdos aunque él mismo no sepa si realmente pasaron o no o solo fueron sueños que se confundieron con la realidad en su memoria.

● Siempre lleva consigo una pequeña libretita en donde apunta detalles y cosas que observa sobre los demás.

● Le gusta que le acaricien el vientre y sobre todo, detrás de las orejas.

● Nació el 25 de noviembre, es sagitario y su grupo sanguíneo es A.


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Nombre real del personaje: Sai

Anime, manga, videojuego al que pertenece: Naruto Shippuden

"Nuestro encuentro no fue solo una coincidencia, es algo llamado destino. Sólo yo entiendo tu dolor, tu tristeza, tu inseguridad y también tu soledad… lo diré las veces que quieras… ”